Aravena: el diseño arquitectónico debe ser colectivo
Alejandro Aravena no es cualquier arquitecto. Este chileno es ganador del Premio Pritzker y una figura de prestigio universal en el campo de la arquitectura por el sentido social de las obras que ha desarrollado a través de su firma, Elemental.
Trabajos de diversa magnitud, pero todos con el sello distintivo de la preocupación por los intereses del público, han sido ejecutados por Aravena y su equipo en Chile, México, Estados Unidos, Suiza y China.
La obra realizada hasta ahora por Aravena (quien tiene 52 años) fue compilada en un hermoso libro que lleva por título el mismo nombre de la compañía, Elemental. Allí se muestran los bocetos originales, los planos y textos de comentarios tomados de los cuadernos personales del arquitecto. También fotografías de los proyectos en su etapa de desarrollo o ya concluidos.
Aravena tiene mucho qué decir sobre proyectos de arquitectura responsable. Los ha liderado tanto en la ciudad, en condiciones normales, como en pequeñas localidades afectadas por desastres. Este último fue el caso de varios pueblos costeros chilenos afectados por el tsunami de 2010, en el que los expertos debieron escuchar las voces de los afectados para tomar decisiones sobre las prioridades, el tipo de viviendas que deberían construirse y otros aspectos clave.
De la interacción surgió una idea realmente innovadora, aunque la naturaleza la ha puesto en práctica desde tiempos inmemoriales: sembrar un bosque costero que sea capaz de amortiguar las fuerzas desatadas de un nuevo tsunami.
En la esfera de la normalidad, Aravena ha trabajado en el diseño de proyectos de vivienda social que buscan poner el énfasis en la autoconstrucción parcial. La idea es elaborar viviendas en las que los entes promotores (gobiernos o privados) se hagan cargo de las secciones identificadas como las más costosas y complejas de las casas, y el resto se deje en manos de las familias, con las orientaciones necesarias.
Según el laureado arquitecto santiagueño, es urgente avanzar en soluciones de este tipo para enfrentar la grave tendencia a la superpoblación de las ciudades. En una charla TED que ofreció, Aravena explicó la situación con dramáticas cifras. “Para que tengan una idea: de los 3 mil millones de personas que viven hoy en ciudades, mil millones están por debajo de la línea de pobreza. Hacia el 2030, de los 5 mil millones de personas que vivirán en ciudades, 2 mil millones estarán bajo la línea de pobreza. Esto significa que tendremos que construir una ciudad de 1 millón de habitantes cada semana con un presupuesto de 10 mil dólares por familia, durante los próximos 15 años”. Explicó que si no se construyen esas viviendas, esos 2 mil millones de personas se asentarán en favelas, barrios marginales, urbanizamos informales o como se les quiera llamar.
Aravena y Elemental también han trabajado para hacer ecológicamente sustentables los edificios de oficinas, enfrentando la absurda tendencia a las fachadas acristaladas que generan altísimos gastos de energía para el enfriamiento de los ambientes internos. Los inmuebles propuestos son además mucho más abiertos puertas adentro, para romper con el aislamiento humano que caracteriza a los centros de trabajo en los que una persona puede pasar años sin conocer a los trabajadores de otros pisos o empresas.
La filosofía de Aravena es muy contundente. En su opinión, la búsqueda de la participación de las comunidades en el diseño arquitectónico no es una actitud de hippies ni de románticos que quieren soñar juntos el futuro de la ciudad. “Ni siquiera se trata de buscar la respuesta correcta en conjunto con las familias. La idea es identificar con precisión cuál es la pregunta correcta. No hay nada peor que contestar bien la pregunta equivocada”, expresó en su conferencia TED.
Fotos: http://www.plataformaurbana.cl