César Pelli se marchó dejando un legado de altura
El pasado mes de julio falleció a los 92 años de edad el arquitecto argentino César Pelli, quien dejó un legado de alcance planetario para la profesión, incluyendo edificaciones emblemáticas, como las torres gemelas Petronas de Kuala Lumpur (Malasia), que fueron durante un par de años las estructuras más altas del mundo.
La firma de Pelli también está estampada en una de las ampliaciones del Museo de Arte Moderno de Nueva York, en el Museo de Arte Contemporáneo de Osaka (Japón) y en las torres Cristal, Sevilla e Iberdrola (en España).
Junto a su esposa, Diana Balmori, fue autor de un lugar destruido el 11 de septiembre de 2001: el Brookfield Place o Jardín de Invierno del World Financial Center.
Las reseñas biográficas indican que Pelli construyó además muchas obras de menor impacto público, evidencia de su preocupación por el rol social de la arquitectura. En eso tuvo, de acuerdo con quienes le conocieron, la guía de su hermano Víctor Saúl, también arquitecto, cuestionador profundo de las facultades del ramo que se han dedicado a formar expertos en atender las necesidades de las grandes corporaciones y no las de los pueblos.
César Pelli, sin embargo, será recordado por sus obras monumentales, en particular por la torres Petronas que son, desde finales de los años 90, el emblema de Kuala Lumpur, con sus 452 metros de altura y el audaz puente que comunica a ambos edificios en el vértigo de los 172 metros, entre los pisos 41 y 42.
El arquitecto murió en su terruño, San Miguel de Tucumán, tres años después de la partida de su esposa.