De la choza sale un concepto arquitectónico
Existe el riesgo de que la idea de choza resulte desconcertante en una marca de arquitectura. Seculares prejuicios pueden surgir con un nombre que evoca viviendas precarias y primitivas. Sin embargo, un estudio de Córdoba (Argentina) ha tenido la audacia de asumir la denominación y respaldarla con un potente concepto.
La diseñadora independiente Romina Alterman hizo el trabajo de rebranding para Choza Espacio de Arquitectura, una firma que se apoya en la idea de adaptarse radicalmente al entorno y aprovechar los elementos que surgen de este para construir obras respetuosas del ambiente y viables económicamente.
La idea de choza no solamente traslada a la historia de las comunidades ancestrales. También remonta en la vida de cada uno, por más urbano que sea, pues aquello de “jugar a las chozas”, utilizando los muebles de la casa, las sábanas, los manteles y, en suma, todo lo que estuviera a mano, es algo que se encuentra entre los recuerdos atesorados de la infancia de muchos.
“Así nace el concepto de Choza como estudio de arquitectura. Buscar recursos, materiales, y soluciones arquitectónicas ‘disponibles’ –explican los autores de la estrategia de marca-. El contexto provee y Choza sabe aprovechar y optimizar los recursos, sin dejar de ser experimental a la hora de utilizar nuevos métodos y materiales”.
El trabajo de branding ha sido muy completo, al punto de incluir un breve Manifiesto que vale la pena leer y tener en cuenta:
“Lo que aún no existe (inevitablemente) nacerá de lo ya existente. / El concepto de cada proyecto descansa en el espíritu de cada lugar. / El entorno es la base de cada idea y cada idea se vuelve parte del entorno. / Resignificándolo / Destacando su esencia / Creando la síntesis de una nueva realidad”.
La labor de Romina Alterman incluyó también el logotipo y el isotipo de la compañía (basados en una muy rectilínea tridimensional C), la papelería y catálogos en los que queda en evidencia que se trata de un estudio de proyección internacional.