Los analistas industriales aseguran que la construcción es uno de los campos en los que menos se han incorporado las nuevas tecnologías. El ámbito parece ser resistente a ellas y, en buena medida, se sigue construyendo de la misma manera que se hacía a mediados del siglo XX, antes de la irrupción de la informática y de los modos de hacer basados en lo digital.

No pocos de los expertos que han formulado este diagnóstico, lo hacen con un sentido crítico: ese retraso en admitir y asumir los cambios tecnológicos se convierte en un sinónimo de ineficiencia operativa y altas tasas de desperdicio y retrabajo.

Este fenómeno ha llamado la atención de las empresas que se ocupan de las aplicaciones innovadoras de las tecnologías, pues ven en la construcción un campo con mucho potencial para proponer nuevas herramientas, procedimientos y protocolos de seguridad y de gestión de recursos humanos. Se trata de dejar atrás la etapa de las obras de pico y pala.

Los equipos de realidad aumentada y reproducción en 3D hace tiempo que están en los estudios de los arquitectos, pero ahora se están incorporando directamente a las obras.

Otra línea de desarrollo que tiene muchas posibles aplicaciones en esta actividad es la de los equipos aéreos no tripulados. Los drones son excelentes aliados para la observación y registro gráfico, especialmente en las obras de gran extensión superficial o de mucha altura.

También son varias la app que pueden utilizarse en las construcciones tanto para cuestiones de seguridad industrial y seguimiento de incidentes, como para el control de inventarios.

Rol protagónico tienen en este sentido los recursos denominados Building Information Modelling (BIM, Modelado de Información en Construcción) que permite tener una base de datos completa acerca de la obra en proceso, incluyendo modelos tridimensionales que pueden ser consultados in situ, mediante dispositivos electrónicos no especializados, como teléfonos o tablets.

Uno de los avances más importantes de la metodología BIM es que es bidireccional, de modo que no solo permite a los arquitectos, ingenieros, maestros de obras, obreros y técnicos ver los modelos en dichos dispositivos (en lugar de los aparatosos planos en papel) sino también enviar información sobre los cambios que se hayan realizado sobre la marcha en la obra.

Las bases de datos y modelos de las edificaciones construidas con metodología BIM no solo sirven durante la construcción, sino también durante la explotación de la obra. Por esta razón, tales edificaciones ofrecen ventajas notables para el cliente final, que pueden ser presentadas por los constructores como atributos de peso.

Las posibilidades de desarrollo en esta área son ilimitadas cuando se piensa en la aplicación de la robótica en los lugares de acceso difícil o riesgoso para los obreros, y también en la aplicación de de las nuevas tecnologías para diseñar o adaptar piezas.

Foto: Marzorati Ronchetti/https://www.plataformaarquitectura.cl